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CONVERSACIONES DIFÍCILES EN LA EMPRESA

CONVERSACIONES DIFÍCILES EN LA EMPRESA

Las conversaciones difíciles, tal como dice la palabra, son difíciles, no nos vamos a engañar… y es uno de los motivos que hace que tendamos a evitarlas a toda costa.

La mayoría de nosotros/as en nuestra vida, tenemos conversaciones difíciles pendientes, sino, piensa en tus relaciones… con tus amigos/as con tus compañeros/as de trabajo, ¿Cuáles son las cosas que no te has atrevido a decir? Seguro que hay algunas…

Y en cierta forma es normal, no estamos acostumbrados a decir lo que no nos gusta, y probablemente, unos de los motivos sea, que cuando lo hacemos los resultados no son los esperados, y esto genera enfado.  

Te suenan estas frases…

  • No se lo dije porque no quería molestarle… o,
  • Si ya se lo insinué, yo creo que quedó claro, ¿no?
  • Dijimos (y utilizo el plural a conciencia) que si no se producían cambios no podríamos seguir…

Pues no, esto no es afrontar la conversación difícil. Esto es insinuar cosas, y dejar al vuelo la posibilidad de mejora.

NO AFRONTAR LAS CONVERSACIONES DIFÍCILES PUEDE DESENCADENAR EN CONFLICTOS

Y ¿qué nos pasa cuando dejamos las conversaciones en el aire, sin concretar? Que se producen los malos entendidos y los conflictos.

Muchas veces pienso en cuáles serán mis áreas de mejora que nunca nadie se ha atrevido a decirme, porque las conversaciones difíciles son bidireccionales, me atrevo a decirlas, y a la vez debo ser capaz de encajarlas.

Y aunque sea una tarea de dos, si eres la persona que lideras un equipo en tu organización, en muchas ocasiones tienes que tener estas conversaciones. Decir a tu equipo lo que deben mejorar y abrirles el paso para que puedan decirte cuales son tus aspectos de mejora.

LA COMUNICACIÓN NO ES FÁCIL, POR ESO HAY QUE APREHENDER

Cuando te decidas a mantener una conversación difícil, te propongo te centres en estos 9 puntos:

Y estos puntos, que parecen una obviedad, si no se tienen en cuenta, te pueden causar algún que otro problemilla…

El concepto de comunicación ha cambiado. Antes era muy sencillo, emisor, receptor y mensaje. Ya no es suficiente. No sólo estás tú comunicando, sino que también está el otro escuchando. Y escuchar tampoco es nada fácil.

UN EJEMPLO DE CONVERSACIÓN DIFÍCIL

Te propongo lo siguiente, imaginemos que tienes que decirle a una persona de tu equipo, Rubén, que su rendimiento es muy bajo y que debe mejorar.

Estos son los pasos que harán que tu conversación sea más fácil y más efectiva.

1- Habla en primera persona.

Piénsalo, es muy habitual hablar de la empresa como un «ente» ajeno a nosotros. Frases como: La empresa necesita…, Los objetivos a alcanzar,… huye del impersonalismo y al contrario céntrate en lo que para tí es importante.

2- Engloba la situación de manera objetiva.

La persona con la que hablas tiene que entender perfectamente que es lo que debe mejorar. Por ej.

Rubén, he visto que en los últimos 2 meses, el número de informes que emites, es más bajo que en los meses anteriores. Concretamente he visto una bajada de un X%.

3- Pregúntale.

Pregúntale cómo está, si le está pasando algo, si tiene alguna preocupación. Pero ¡Cuidado! Dependiendo de cómo formules la pregunta, ésta contendrá juicio y Rubén se pondrá a la defensiva.

Te propongo que trabajes tu actitud antes de hacerlo, que pienses en cómo pregunta un niño pequeño, cuando quiere saber algo, con esa inocencia, con esas ganas de entender y con esas ganas de conectar.

Si Rubén se pone a la defensiva, cuestiónate… probablemente tus preguntas puedan contener juicios.

4- Dile en qué contribuye el cambio para tí.

¿Qué supone para tí que Rubén haya bajado la productuvidad? ¿En qué te afecta?

De nuevo, huye de «para la empresa es necesario que demos una productividad… » esta frase no te va a conectar con Ruben, al contrario, te alejará de él…

Por ej, dile, Rubén necesito seguridad en mi equipo, seguridad de que los trabajadores que están conmigo están motivados y haciendo lo que considero es necesario. Esta bajada, a mí, me provoca intranquilidad, no se que te pasa y me preocupa que esta situación vaya a peor, al igual que también me preocupan los resultados, Unos resultados bajos también afectan a mi desempeño en este puesto, por eso te pido…

5- Hazle una petición clara y concreta

Hazle una petición clara. Dile lo que quieres, no lo que no quieres, Que él entienda. No vale, necesito que mejores… Dile cuantos informes tendrá que hacer al día, al mes…

6- Ayúdale si lo necesita.

¿Es factible lo que le pides? Pregúntale si lo puede hacer y si no cómo puedes ayudarle

7- La responsabilidad es la clave del éxito.

Por último apela a su responsabilidad. Le has ayudado, puede contar contigo. Ahora le toca a Rubén mejorar y decidir dónde quiere estar.

Aprender a comunicarte con tu equipo no es tarea fácil. Te propongo que pruebes con la formación online de El arte de la mediación. Descárgate las 3 píldoras gratuitas y verás cómo la comunicación efectiva puede ayudarte en tu día a día con tu equipo.